lunes, 14 de diciembre de 2015

3 Paginas de mi libro (El infierno de Mónica)




–¡Que! –dijo, como sino entendiera. Le acerque el vaso. Perdona… -dijo me refiero a estar muerto de verdad. Eso es imposible dije apurándome el culo de whiskys que me quedaba en el vaso. Miro a un lado y a otro como si temiera que alguien fuera escuchar lo que iba a decir. –Si -dijo morí de un infarto…. -Cuestión de segundos –dije. Negó con la cabeza, sin levantar la vista del suelo, acariciando el vaso antes de apurarse el contenido -¿sabes que anda una multitud que han muerto y van por ahí como si tal cosa? –dijo el al mismo tiempo que se reincorporaba de la silla. Uf, ese condenado vino… y lo otro jejeje. -Amigo me gustaría que siguiéramos hablando de tu muerte en otro momento. –de acuerdo, lo haremos; ahora me… me quedan dos cosas que hacer en este ilustre restaurante. Una correr a ese condenado lavabo a aliviar la vejiga, y la otra, despedirme de tu hermano… de María, de todo el que se me ponga por delante de la vista, coger la puerta y salir zumbando, a ver si ese airecillo de fuera me despeja  un poco…

En cuanto a lo de despedirte de todo el que se te ponga por delante… ten cuidado, elige bien a tus víctimas. Ves esos tres de ahí. Son policías de paisano. ¿Y tú como lo sabes? Una de las noches que acompañe Ortega en el portal querían echarnos de allí. ¿Qué eso, un bar? ¿O… sala de diversión…? ¿Te escapas algunas veces? No, Ortega es un amigo, es disidente, sin techo, durante el día va a comer a un albergue, por las noches duerme en algunos portales a veces lo echan  de allí la policía y tiene que buscarse otro lugar. Tiene una personalidad compleja y atormentada, es un inadaptado, un anti sistema, pero es un buen amigo de sus amigos. ¿Y qué ocurre para que tú le acompañes?

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Hubo una época, en un tiempo no muy lejano… en esas crisis tan profundas de mi hija… yo procuraba estar el menos tiempo posible en casa, para evitar, que ella, se alterara, me repudiara a un más… desde que le ocurrió aquello. Mónica odia a todos los hombres, siente verdadero asco… eso no me excluía a mi… tuve que sacrificarme. Es mi hija, nunca hasta ese momento supe lo que verdaderamente se puede llegar a sentir por los hijos. ¡Entiendo… yo, lo mío…! -Vamos nos hacen señas.

Abel, hijo los zapatos aquí, toma aquí tienes un pijama limpio. Buenas noches mama… -buenas noches hijo. –y tu Mónica ¿no te acuestas? Estoy un poco nerviosa, prefiero quedarme a ver si se me pasa un poco, ha sido un día intenso, cargado de emociones… -espera un momento voy a ver tu padre, es capaz de haberse echado en la cama sin quitarse la ropa.

Bien ya está, me quedare un rato contigo. No lo hagas, estas cansada y tienes sueño. No te preocupes por mí ya dormiré… cuéntame cosas de Olivia. Es la persona más amable, sensible y cariñosa ¡te habla con tanta dulzura y delicadeza! Me siento bien. ¿Tiene novio? No -¿Estudia? Si le falta un año para licenciarse en biológicas. Mama yo también me gustaría seguir una carrera, especializarme en algo. Pues no creo que haya nada que te lo impida. Eres inteligente, solo tendrías que recuperar un tiempo perdido. Si pero con esto siempre encima, me temo que voy a tener que renunciar a todo. No digas eso mi amor, eres una persona capacitada para lograr lo que te propongas, solo es cuestión de ponerse manos a la obra… Tu problema, entre todos lo vamos a lograr.

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Mama tengo miedo, este dolor, no se me quita,  a veces se me calma, pero sigue ahí…creo que no me librare nunca, del tengo miedo que algún día… en una de mis crisis pueda hacerte daño, mama… yo ahora, te quiero más que nunca y a mi hermano ¡tú te imaginas un día, recuperarme de una crisis y descubrir que te he hecho daño o que te he matado…oh… no! Cálmate mi cielo, eso no va a suceder nunca. Eres un Ángel, Dios no permitirá que uno de sus Ángeles haga daño a nadie… -mama no digas que soy un Angel. Dime, después de lo que os he hecho sufrir ¿Qué ves en mi de ese Ángel de Dios? Vamos mi cielo basta ya de lágrimas. Vamos a pensar en cosas más positivas.

Vale ya te puedes ir a dormir, ya siento que se me está pasando… -¿seguro? Si de verdad mira ya no me tiemblan las manos. No, pero tus nudillos están blancos aun aguantas una tensión y no me iré hasta que vea tus mejillas rosadas y aparezca ese brillo tan intenso en tu mirada… Oh mama, me conoces mejor que yo… te propongo una cosa…bueno, no sé. ¿Quieres acostarte conmigo?, Asi me calmare antes y tu podrás dormir… tu si lo necesitas. ¿De verdad quieres que me acueste contigo? El otro día y hoy yo nunca pensé que, me pidieras algo asi después de… -lo se hay cosas que nunca os dije, algo me lo impedía hasta ahora asi como me impide que se manifieste en mi ese sentimiento de agradeceros con el corazón haberme dado esta vida. De lo demás vosotros no sois culpables de nada…. Son ellos… es que los siento aquí,  han construido ese muro infranqueable que me impide llegar con plenitud a vosotros, hacia la madre más dulce y cariñosa del mundo. Hija vas a conseguir que se me ponga la cara como un loro… -no importa mama, esta preciosa de todas formas.

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lunes, 23 de noviembre de 2015

Una pagina del libro de Juan (El Infierno de Mónica)




La puerta del camarote  se abrió de pronto… Suspiré de alivio al ver la asistenta de vuelo con un carrito que contenía diferentes bandejas donde se alineaban unas filas de vasitos de plástico, en cada extremo contenía dos termos, en uno de ellos se hacían perceptibles las letras Coffe. –Fantástico -me dije en voz baja, tengo la boca seca… de paso me tomare un tranquilizante a ver si puedo reconciliar el sueño de nuevo.

Más turbulencias, de nuevo el movimiento del avión, esta vez una catarata de tubos y máscarillas se desprendieron hacia enfrente del rostro de todos los pasajeros, de nuevo la voz de la auxiliar de vuelo dictando las normas. Observe que la pareja de delante fueron los últimos en ponérselas. Una idea se sobre puso en mi mente, aquella gente… No actuaban de forma normal o al menos a mi me lo parecía…. -tengo que calmarme –pensé, a lo mejor soy yo asi, no le veía el sentido. Se me aceleró el corazón al pensar que podían ser secuestradores… y que en algún momento -¿y si hubieran puesto una bomba en el avión? –pensé de nuevo. No imposible, sácatelo de la cabeza, eso solo le ocurre a los demás, o en las películas.

De nuevo la mirada de aquel joven ¿a quién mira? A mí o a ellos… diablos… y qué demonios me importa si los mira o no. ¿Qué es lo que  me pasa? ¿Por qué no me hace efecto el tranquilizante? Tengo que ir a aliviar un poco la vejiga... me está empezando a doler.

Avanzaba por el pasillo hacia el lavabo. De pronto sentí una mano rozando mi pierna, luego ascendió hasta mi brazo, frenándome en el avance y ofreciéndome unas disculpas de forma que no encontré ningún sentido. Sentí el contacto de algo de papel, en mi mano la abrí, cogiéndolo  Entre en el lavabo… ya había terminado, desdoble el papel. El corazón, empezó a latirme desenfrenadamente. La nota rezaba asi. Señor Diego llevamos el mismo destino que usted… las dos personas que viajan en el asiento delante del suyo van a tratar de impedirlo… Tengo que calmarme…. -por todos los diablos ¿de que me conocen esta gente -pensé. 



viernes, 30 de octubre de 2015

Libro de Juan: Una pagina de (El infierno de Mónica)





-¿Qué es eso? ¿Qué ha pasado? Abel cálmate de una vez, solo es un pobre gato asustado, escalera abajo, el animal va como una centella y está más asustado que tú. –bien ya estamos aquí arriba a ver si tenemos más suerte. Hijo sigue con tu padre y a ver si haces menos ruido… -lo siento mama es que está muy oscuro y tengo miedo, lo se mi amor, solo tienes que pensar en tu hermana y que al lado de papa vas seguro… -¡vale! Si mama.

Pilar ¿en qué extremo de la estancia quieres buscar ahora? Lo haré en la habitación de ella y en el lavabo. Tu encárgate del resto y si no encuentras nada sube a la terraza, pero con cuidado no vayas a echarte algo encima. Vamos hijo no te sueltes de mi ¿vas más tranquilo? Si  -eso me gusta eres un chico valiente…  cuando se lo cuentes a tus amigos se van a… ¿cómo se dice…? -van a flipar, papa  -ah, sí, ya se me había olvidado.

¡¡Diego aquí!! ¡¡Esta aquí!! Vamos hijo… mama la ha encontrado ¡¡guauuu!! Vamos –de acuerdo pero no te sueltes no vayas a tropezar y caer… -oh, mi amor mi presentimiento se cumplió, estas aquí cielo… vamos mi amor despierta, eso es cariño no tengas miedo… -Mama, mama cuanto te quiero gracias que habéis venido, tengo miedo, no me siento bien, no tengo fuerzas he intentado ponerme de pie y dirigirme hacia alguna parte, pero no puedo. Ya está mi, estamos contigo. Papa te quiero yo también Mónica, más que a nada… -Abel te adoro mi hermano del alma. Yo también a ti… -tú no tienes que tener miedo jejeje. No, bueno solo un poco he subido con papa cogido al principio, solo al principio. –si hija tu hermano es un valiente como tu… y ahora a mi espalda, como cuando



viernes, 9 de octubre de 2015

Una pagina del libro de Juan (El infierno de Mónica?





El agua se le metió en un ojo. En aquel momento algo le rozo en el codo sintió la suavidad de una toalla en el cuello. -Vaya -exclamó con júbilo, es la mano del Ángel de mi vida –de tu vida y de tu guarda –contesto ella. Dime ¿qué harías sin mí? Nada permanecer eternamente sumido en mi mundo en sombras. -Vuelve a la cama -dije mientras dejaba el vaso encima del mármol junto al fregadero. No, no me dormiría, prefiero sentarme aquí y continuar con la lectura del libro. ¿No te aburre ese libro? No, es una historia basada en la realidad. Pues ¡vaya realidad tan triste! La de esas personas ¿Cómo lo sabes? si no te has dignado ni mirarlo. –la otra noche cuando me levante, me leí las cinco primeras páginas y… nada, aburrimiento total…. Tuve que ojear las páginas de sociedad en las revistas de actualidad. Tu eres un poco raro la historia de ese libro es fascinante, Simplemente con leer cuatro páginas no se puede sacar la más mínima conclusión.



John se había acomodado en un sillón en el porche de la casa. Miro hacia arriba, la noche era placida, era

impresionante el cielo… Regreso con la mirada a su entorno contempló sus manos, miro en su interior… por un instante se sintió universo… también se sintió pequeño, he insignificante. Sus ojos, su pensamiento y tras de el su mirada se posaron en la cima de aquella montaña. Recordó las palabras del señor Diego… Un nativo de aquel pueblo; el hombre que leía en el gris de las nubes… y decía que era allí donde dejaban su mensaje las estrellas –John pensó que el hombre no andaba muy lejos de la realidad. En aquel momento percibió que a él le dejaban otro mensaje las estrellas, pero no en las nubes, sino en la cima de aquella montaña.

Escucho el rechinar del gozne de la puerta –me voy a acostarme -le murmuro Rosita al oído. El roce de sus labios, fue semejante a una descarga… una diferencia de potencial, dulcemente erótica. Estiro el brazo lo suficiente rápido como para retenerla… -te has metido en un buen lio con salir a darme las buenas noches… -dije fingiendo un eco terrorífico en mi voz ¡¡jajajaja…!! Te tengo en mis brazos preciosa… hay algo que debemos consumar si quieres liberarte de mi ¡¡huuaaaa…!!  Me he trasformado en el monstruo revoltoso y querendón de este pueblo. Calla! tonto, que me da miedo. Sentado como estaba la atraje hacia mí. Deslice la mano de bajo del camisón. –No deberíamos -dijo ella. No habrás olvidado que somos una multitud y si resulta que alguien esta desvelado. Pues no había pensado en eso, pero no te preocupes tengo la solución –Si!. Espera voy a coger la linterna y una manta del armario… emigramos al cobertizo de los pecadores. Pues estoy seguro que todos los turistas moradores de esta casa deben haber vivido momentos de lujuria y pasión desenfrenada bajo su techo -Desde luego que estás chiflado de remate….  -Lo estoy jejejeje… Un momento preciosa  -de acuerdo pero disimula la protuberancia, por si acaso te cruzas con alguien que viene de camino al lavabo.


jueves, 3 de septiembre de 2015

Libro de Juan (El infierno de Mónica) PGN 50



Sentía que la ilusión rebosaba por todos los poros de su cuerpo. El había dicho que el símbolo le aportaría el equilibrio, que sería el guía en su vida. No entendía el significado, pero en este momento no le importaba, era feliz.

Sentía ganas de gritar. -Si fuera otra hora –pensó gritaría me colgaría al cuello de mama, gritando te quiero mi mama, luego correría al lado de su padre, le pediría perdón… y al enano lo abrazaría con fuerza. Encendió la luz de la mesita fue hacia el armario, reparó en su vestuario, tenia que deshacerse de casi todo, le rogaría a su madre que fueran a una tienda y renovaría su vestuario –lo malo es que tendría que comprárselo de lo más asequible de precio -pensó con tristeza…. ¡lo mal que andaban de dinero! -¿si yo fuera mayor –se lamentó, tendría un empleo y me compraría toda la ropa que quisiera. Cerro la puerta del armario con cuidado, no fuera a sentirla su madre y cundiera la alarma. Volvió a la cama, se hecho sin cubrirse con la ropa. De nuevo su pensamiento volvió <> -Dios mio –pensó… no te pido, tener dinero tampoco ropa de marca, yo solo….  no sentir esta angustia, estas ideas que me pasan por la cabeza… este dolor. Señor yo solo quiero ser un poco feliz.

Sintió un murmullo, en la penumbra vio como la puerta se abría… -¡Cariño! Escuchó la voz de su madre. Se alegró de que apareciera, necesitaba hablar. Mama ¿que pasa? -dijo simulando estar medio dormida. Nada, me ha parecido oír algo y me he asomado -Estoy bien mama, mejor que nunca, aunque aún no me he dormido…


viernes, 3 de julio de 2015

2 Paginas de mi libro (El infierno de Mónica)



Dos páginas de mi libro en ejecución: (El infierno de Mónica)

En esta escena Diego y Pilar eran invisibles ante cualquier ser humano,
debido a un proceso de bio regeneración que estaba próximo a producirse
en ellos.................................................

Me separe un poco de la cama, no quería correr ningún riesgo… sobre todo viniendo de aquella joven, que parecía tremendamente excitada. Y también porque… a no ser que Pilar lo decidiera no quería intervenir hasta que no hubiese terminado, el feliz acto del amor entre ellos. Mire a Pilar y en el acto entendí que ella pensaba de la misma forma que yo. Me sentí preocupado cuando la vi avanzar con la mirada fija en la feliz pareja.

La joven  seguía con el mini sujetador; le reprochó a él, que aún no hubiera terminado ni de quitarse la camisa… comprendí que durante la comida habían abusado un poco del vino que observe encima de la mesa…. –¡¡Vamos!! -dijo ella con un tono de apremio en su voz mientras se bajaba el pantalón… el como respuesta balbuceo algo que no entendí. Me lleve un sobre salto cuando sentí que algo me rozaba sobre una la pierna…. -Por dios santo Pilar –susurre.  Acaso pretendes que me dé un infarto. Podías haber…. -Calla, observa y no te muevas… -En aquel instante él se arrancó los pantalones… -dios mio, Diego –susurró Pilar rozándome de forma leve con la punta de la nariz en la oreja -este tio… comparado con tus… -en aquel instante la joven  volvió a reprochar algo… ¡¡Vamos hombre…!! -ah!, si -respondió el con un hilo de voz… Emm, si ahora a quitarle poquito a poco las bragas a mi pichoncita para que crezca la excitación en ella hasta límites insospechados.

Tendí el brazo sobre el hombro de pilar y la atraje hacia mí con energía, porque algo hacía rato se había manifestado en mí, que ante la visión de aquella pasión tan desenfrenada por los jóvenes… ya era imposible contenerse –¿pero qué es lo que haces? -dijo pilar con voz de fingido reproche…. Cuando sintió que mi mano ascendía por su entre pierna –¡ven! -exclamé… vamos rápido ahí, en el rincón…. -Los jóvenes me sorprendieron.


Seguían y seguían, los gemidos de placer de ella y los de pilar… aquello, era para volverse loco de placer… nosotros acabamos, pero ellos aun seguían… -ese chico, ¡como aguanta! –dijo pilar; y parecía un don nadie. –el hábito no hace al monje preciosa –respondí mientras me subía los pantalones, y sintiendo que las piernas me flaqueaban.

Nuestro plan para expulsar a los habitantes del refugio había dado resultado. Una vez la pareja término se quedaron exhaustos en la cama. Pilar se acercó y como si tratara que el recuperara el conocimiento golpeo con el dorso las manos al joven. Este pensando que era su chica que deseaba que la complaciera de nuevo, se dio la vuelta en la cama quedando de cara a la pared. Ahora fue a ella a la que repitió el mismo gesto que a el. Ella alargo el brazo golpeando a pilar en la cadera… pero qué demonios es esto se reincorporo, y al ver que su amante permanecía profundamente dormido –dijo, no intentes disimular, al ver que el no respondía le agarro por el brazo y lo arrastro con violencia hasta el filo de la cama. Pero! –¿Qué te pasa? ¿porque me golpeas de esa manera? –yo… no intentes hacerte el gracioso y dejame dormir. Ahora fui yo el que también con el dorso de la mano golpee a ella en la frente, quedo inmóvil un instante. Miro a el, segura que el golpe no le había llegado de allí –dijo con voz temblorosa. Vamos…. Vamos, salgamos; maldita sea aquí está pasando algo –pero ¿qué dices -respondió el. De nuevo golpee esta vez a el en el hombro, se que do petrificado…. Cuando reacciono con la mirada desenfocada miro al suelo  después al techo, por ultimo reparo en ella que precipitadamente se ponía la ropa. Se colocó los pantalones y  los dos se precipitaron hacia la salida del compartimento.





viernes, 22 de mayo de 2015

Libro de Juan El rescate de Sara. PGN 154


      


Katerina se abrazó a ella, su llanto era incontenible ¿tu querrás ser mi madre? Si, si tú lo deseas cariño. No me lo puedo creer, voy a tener unos padres que me cuiden y me ayuden, nunca más me sentiré sola… -Yo me aleje, el nudo que sentía en la garganta me impedía articular palabra.



Sí, quiero irme, quiero ser tu hija deseo con toda mi alma llamarte Mama porque yo nunca he recibido tanto cariño de una madre como el que tu me has brindado Ohh! Sí, sí, mi mama te quiero mucho y te adoro. A mí se me empañaron los ojos era inútil disimular. Escuche a mis espaldas unos pasos precipitados, me di la vuelta ella se acercaba a grandes pasos con los brazos extendidos. Se me abrazo sollozando. Sentí su cuerpo, temblaba como una hoja estremecida por la brisa –Joannes!… -vamos pequeña cálmate, nunca más  estaréis solos Te quiero mucho…que alegría, soy muy feliz, tengo unos padres, los adoro. Puedo llamarte papa. Puedes llamarme como tú lo desees, mis sentimientos hacia ti, siempre serán los mismos -Johannes yo te quiero como si fuera tu hija… Quiero llamarte Papa, necesito llamarte papa. Está bien cariño, yo…bueno tendré que acostumbrarme. Vamos a ver que le ocurre a Mama. Ella corrió hacia donde estaba Teresa, se abrazó de nuevo a ella y me hizo señas para que me acercara allí, nos abrazamos los tres. Oh que feliz que soy mama, somos una familia ¿verdad? si Hija somos una familia.
En este momento falta uno. Papa ¿quieres que vaya y me traiga al niño? Si, ve, trátelo, ero ten cuidado que no se despierte.

 Mañana les daremos la noticia a ellos y el próximo sábado tenemos que celebrar un cumpleaños. Teresa me miro extrañada ¿Katerina tu sabes de alguien que cumpla  años el Jueves de esta semana. Ella sonrió diciendo, pero tú! ¿Cómo sabes que el jueves es mi cumple años?, no creo haberte dejado nunca mi documento de identidad. Fue aquella noche en tu casa cuando me disponía a coger tu bolso lo tenías colgado de una silla, en el asiento  de  la misma tenías desparramadas algunos objetos entre ellos  estaba tu documento de identidad no pude evitar echarle  un vistazo.

Mirad, mi cielo estaba despierto y no a llorado, oh, como sonríe Si hija ¿y sabes porque? Porque él también está percibiendo la felicidad que te embarga en este momento. Mama ¿qué vamos a hacer ahora? Cariño creo que tendríamos que ir a acostarnos ya es la una y media. Pues yo no quiero acostarme, tengo miedo de despertar y que esto solo haya sido un sueño, no lo podría soportar, me moriría. Vamos esta noche dormiréis tu y el niño en nuestra habitación en la cama de Johannes. Pero él va a tener que dormir otra vez por mi culpa en el sofá y además  mañana tiene que ir a trabajar. No, mañana no tengo que ir a trabajar, tengo que ir a Nirek con Berk ¿y quién ara el reparto? Lo ara Serguei el cuñado de Berk. Ese hombre me cae bien es muy cómico siempre que viene y esta el niño despierto empieza a hacer gestos raros con los ojos ¿sabes a quien se parece? No se si abras visto una serie de televisión que se titulada los Ropers. Se le parece a york ¿verdad? Si hija asombrosamente.

Buenos días cariño no vas esta mañana al montecillo. No, esta tarde subiré un rato después de almorzar, me ayudara a hacer la digestión… ¿Cómo ha pasado la noche nuestra….


jueves, 7 de mayo de 2015

Libro de Juan (El rescate de Sara) PGN. 162



Dime ¿qué ocurrió después de que te adentraras en el bosque? No, no pude hacerlo con el niño. Si lo hacía sola adelantaría más, saldría corriendo y cuando estuviera a punto de entrar en el bosque lo llamaría para  hacer que se alejara del niño y con la ventaja que le llevaba sería suficiente para llegar a casa del vecino.

Aproveché que se había sentado cerca del montón de leña, Salí corriendo, lo llame se sorprendió al escuchar mi voz, miro en dirección donde me encontraba. Salio corriendo me sorprendí  que avanzara tan a prisa. Cuando me di cuenta estaba cerca de mí. Llegue a casa de los vecinos, llame a la puerta, grite su nombre -por favor ábranme -seguí corriendo esta vez me dirigía hacia la carretera, ya casi  me estaba alcanzando. Tropecé con algo perdí el equilibrio, caí al suelo,  iba a reincorporarme, pero, desistí… -ya no tenía remedio –pensé.

Allí estaba el empuñando el hacha con las dos manos -empezó a levantar los brazos mientras decía. Bueno aquí acaba todo para ti. Yo solo esperaba recibir el golpe -¿porque quieres matarme? –le ¡¡grite!! Tu sabes bien porque! Yo no quería que lo tuvieses ¿Recuerdas que te lo dije? Primero acabare contigo después regresare y lo matare a él. Vi su rostro, sus ojos estaban llenos de ira. Pero! ¿Por qué….?. En aquel instante se escuchó un aullido, fue algo estremecedor, el eco provenía de todas partes. El maldijo, desvió la mirada, anduvo unos pasos hacia atrás. Me reincorpore; allí estaba el perro dando unos ronquidos que helaban al sangre. Él se puso en guardia con el hacha, en un tono amenazante, pero estaba totalmente desconcertado. Aproveché corrí a la casa. Entre a toda prisa para evitar que el llegara. Fui directamente hacia donde estaba la cuna. Me lleve un gran susto… Allí estaba el perro junto  a mi hijo, era… Su tono ya no era amenazante. Ahora emitía unos gruñidos leves… sin dejar de mirar al niño.



martes, 28 de abril de 2015

Libro de Juan (El rescate de Sara) PGN 3




En aquel momento me vino a la mente el movimiento de aquellos matorrales allí junto al arbusto, de nuevo fije la vista sobre aquel punto: nada no se mueve nada. En ese instante me invadió una sensación extraña, una mezcla de preocupación, miedo y a la vez curiosidad. Decidí acercarme hasta allí a ver si había algo o todo era fruto de mi imaginación.

Empecé a descender, iba de prisa… Unos pasos y tuve que aminorar la marcha, el corazón empezó a latirme de prisa en ese instante se estaba apoderando de mí una tensión -tengo…tengo que tomármelo con calma –pensé. Debo ir  más despacio, no quiero que me ocurra lo de antes, me siento débil! y cualquier alteración de este tipo me afecta bastante. Si tengo que tomarme todo esto con más calma, parece que la vida aquí no promete demasiado, no puedo quedarme con los brazos cruzados, tengo que buscar algo, la manera de salir de aquí.

De un arbusto caído y medio seco me hice un bastón, necesitaba algo donde apoyarme y también la fatalidad quien sabe -pensé, podría cruzarse en mi camino algún reptil, u otro animal, -siempre es bueno ir prevenido –pensé.
Me faltaban unos pasos para llegar al lugar, cuando a través de los arbustos, allí en los matorrales pude ver una  figura caída en suelo, me llevé un gran sobre salto. Avance rápido hasta llegar a su altura. Era una mujer rubia, aparentaba unos treinta y tantos años. Reaccione corrí a su lado, tome las constantes sus pulsaciones apenas eran perceptibles, las pupilas, no me gustó nada lo que vi. Su, su estatura: debía de medir un metro setenta y tantos, extremadamente delgada.



lunes, 13 de abril de 2015

Una pagina del libro que estoy escribiendo: (El infierno de Mónica)




Vicente se disponía a hacer la última ronda de su turno en los pasillos del segundo almacén del matadero, iba a se dirigía a uno de los tres primeros controles de temperatura de las cuatro cámaras… cuando de pronto se encontró… -pero ¿qué demonios estás haciendo aquí? –dijo.
Entre dos filas de terneros colgados de las vigas acabo de transformarse la figura de un hombre… Maldita sea Ginés quiero una explicación y rápido… ¿sabes que tengo que llamar a seguridad y que seguridad lo ara a la policía? ¿Sabes que acabas de meterme en un buen lío… ¡¡vamos explícame de una vez…!!

Señor, lo que le he contado es la verdad… siento que sea usted el que este en este momento… de verdad. Por favor ayúdeme a salir de aquí… -Si, pero como lo hago sin que esos que rondan alrededor de la nave industrial no se enteren… y sobre todo el que ha de venir a relevarme en el puesto. Señor tiene que haber alguna forma de evadir a… -Déjame pensar, ¡¡maldita sea!!.

Buenas noches Vicente, ¿buenas? Lo serán para ti. De momento llegas veinte minutos tarde, que ¿esperas que esté contento? Vamos hombre! -Ni hombre ni leches. Ten aquí tienes el informe de todos los controles… y ahora échame una mano con este carro. ¿A dónde lo lleva? -¿Dónde va a ser? A la camioneta, o a caso has olvidado el pedido de los hoteles y restaurantes… -No, pero eso, ¿no es lunes y jueves? No, es cada dia, los lunes y jueves incluye Ribera blanca… bueno basta ya de preguntas ¿Me hechas una mano o no? –Está bien… Diablos, pero que lleva aquí ¿un ternero entero? No, pero casi… venga ¡¡arriba!!.
-Iba cerca de la puerta de salida, le temblaban las manos en el volante de la camioneta –El muchacho lleva casi media hora –pensó, ahí bajo el cuerpo de la ternera. -Hola  –dijo el guarda saliendo de la cabina de control… vamos a ver… Informe de salida… está bien, trescientos kilos… lugar de destino hotel… hotel, otro hotel, restaurante y otro restaurante. Bien ya solo levanta la lona que enfoco con la linterna…

–¿Que diablos ha sido eso? No sé ha sido allí en la valla… si un fogonazo y… –bueno yo me tengo que ir. Si vale, levanto la barrera.

–-Estoy lejos –pensó no debo perder ni un momento, a ver si este sigue con vida… -he, he ¿Cómo vas? Dios mio señor me muero de frío… -vamos pasa aquí toma este trozo de manta, pero antes quítate la ropa… ahora vamos a mi casa, te pondrás ropa limpia; tienes suerte, los dos hacemos la misma talla… bueno o casi la misma… -sabes creo que a pesar de todo es tu noche de suerte, primero desactivas un sistema de cierre, después tienes la suerte de que un idiota como yo esta de turno y por ultimo… ese fogonazo en la valla evita que el guarda hubiera sentido la tentación de hurgar bajo el cuerpo de la ternera helada… Si definitivamente creo que es el dia que más te a acompañado la suerte en toda tu jodida vida. Y… si te soy sincero también lo ha sido para mí.