lunes, 22 de febrero de 2016

Libro de Juan. (El infierno de Mónica) PGN 200



-¡Vamos todos arriba vamos, vamos! -Pero señor, aun no es, aún falta una hora… -órdenes del capitán venga… venga todos en pie, en dos minutos iniciamos la marcha.

Señor Diego -tranquilo, Martín. ¿porque adelantamos la salida? Órdenes del capitán. Entonces ¿porque dijo que eran dos horas de descanso? Hace un rato llego algo de fuera, del puesto de mando. Ya tienen localizados la mayoría de, digamos los puntos relacionados con el conflicto. ¿Eso significa que saben todo el personal que se mueve? –Así es. Con aquel sistema que tú construiste, saben el número de miembros que están al servicio de esa organización en torno a este conflicto… ¡Guauu! Señor, eso es fantástico. Si chicos sois, somos, son los verdaderos protagonistas. Lo estamos consiguiendo entre todos… No está todo hecho, a esos locos les podría dar… Jesús, no quiero ni pensarlo. Animo señor todo va a ir bien ya lo verá. Eso espero Martin… -Tu Stuart, te has que dado muy callado. No es nada señor… es solo que, estoy cansado tengo que decirle lo mismo que él, lo vamos a conseguir. Pronto podrá usted abrazarlos.

Sin novedad señor, esperando sus órdenes. -Señor Busch el  tiempo aparece reflejado ahí, procedan en  ese instante tendrán sobre ustedes las unidades de apoyo. Si señor a la orden.

Señor Diego es el momento, es la hora de comprobar si  esos atenuadores de gravedad son eficientes, o tendrán que posarse con el helicóptero los miembros de la unidad de refuerzo. Señor Busch, usted mismo pudo comprobarlo, su recurso no será necesario… además, sería peligroso. Si pero no me fio de sus inventos. Pues a la vista está que están resultando cien por cien efectivos.