sábado, 28 de julio de 2012

Libro que estoy escribiendo (El pasado de John?


PGN. 217

Hey!! Mirad ¡una carta de Gerard! –pero, si llamó
el otro día. Si mirad esto, si una foto, dice que es
su novia jajajaja…ese viejo truan ayer no me dijo
nada. Déjame ver Tío John, Guauu!! Gerard!, por
fin tu vida también ha cogido un nuevo y esperan-
zador rumbo, ojala y pronto os caséis i forméis
una familia… él se lo merece tío John, ha sufrido
mucho. Si ha luchado por vosotras. Yesica no lo
tragaba, pero fue una de las condiciones que le
puse para que permaneciera siempre a vuestro
cargo. Pero… nuestra adopción fue cosa de mis
padres, tengo que suponer! Que tú estabas al
margen y debía quedar fuera de lugar que allí
impusieras cualquier tipo de condición. En aquel
momento si, pero cuando tu padre me pidió que
fuera siguiendo vuestra evolución, como transcu-
rrían vuestras vidas al lado de ella…bueno también
influyo… -¿Qué influyo?. Si, otro acontecimiento
del pasado, antes de nacer tú.
-En aquel instante Rosita intervino –déjame ver
esa foto -pidió a Olivia. Esta se la ofreció extrañ-
ada por el gesto tan apresurado y brusco con que
lo hizo Rosita. Que guapo esta, y parece más
joven –cierto ahora su vida es mas relajada tiene
un buen empleo, es bien considerado…y ahora
parece que ha encontrado su alma gemela.
La verdad eso me colma de alegría. Es para mí
como un hermano, aquí dice…bueno, lo de
siempre que nos echa de menos, sobre todo a la
señorita Kristin y a la señorita Olivia -El siempre
hablando con esa cortesía del esclavo! –Tío John,
tengo que reconocer que en ocasiones tubo que
reaccionar como como un esclavo para suavizar
la ira de Jesica…si, no ha sido fácil para él y
todo para hacer que nuestra vida fuera transcurri-
endo lo más sosegada y placida al lado de nuestra
madrastra.
Rosita entrego la fotografía a Kristin que esperaba
con impaciencia Dio media vuelta y se alejó. La
seguí -¿puedo acompañarte? –dijo
Ana cogiéndose fuertemente a mi brazo.


viernes, 20 de julio de 2012

Libro que estoy escribiendo (El pasado de John)


PGN. 218
Rosita!... -Mi, amor todo está bien, todo se lo
explicaremos, pero hay cosas que quiero que
sea su padre el que les explique… -lo se John,
no puedo remediarlo siempre ha sido superior
a mi…este misterio de tu familia, siempre ahí.
Rosita es el final; el sábado vendrá también
el viejo Richard, Ramón y también Gerard qui-
ero que algunas cosas las sepas por boca de
ellos  ¿de verdad? Si hay cosas que no creerí-
as de mi ¿por ejemplo? Ese hecho del pasa-
do aquello que aconteció antes de nacer Olivia
–Hay John me cuesta trabajo creer que entre
tu y Yesica no sucediera nada –así es.  Peter
te lo confirmara y también el viejo Richard, so-
bre todo, Ramón, El también llego allí aquella
mañana. Vamos John cuéntame algo ¿que su-
cedió aquel día?. No me creerías, quiero que
sea el, Peter el que te lo cuente con todo detalle.
–Mama, confía en el. Si mi amor ¿has venido
a echarle una mano por si yo me ponía un po
co brava? No…bueno si ¡Mama es que yo te
adoro, os adoro a los dos. No quiero que sufráis
ninguno de los dos, no rompáis esa promesa
de enterrar el pasado, recordad que es también
un deseo ferviente mío. Ana mi amor, mi niña
preciosa, no temas por nada, nada va a rom-
per la promesa que nos hicimos Papa y yo
-¿verdad John? Pues claro que no para mí las
promesas son sagradas y esa la que más.

Creo que tía Rosita está enfadada por algo
 ¿Te has fijado De la forma que ha cogido la
Fotografía? Si tiene que ser algo fuerte, ella
casi nunca se enfada…tiene mal genio, pero
jamás pierde la compostura –chisss!! Guar.
da silencio que viene.
Hola... Olivia, Kristin, yo bueno vengo a ofrec-
eros mis disculpas Sobre todo contigo, Olivia,
mi amor, no pienses que estoy enfadad por
reaccionar así… Tía rosita por favor no estoy
enfadada, tus razones tendrás por haber rea-
ccionado así, yo te quiero Y me duele verte
así preocupada.

miércoles, 11 de julio de 2012

Libro que estoy escribiendo (El pasado de John)



La mujer mas feliz del mundo y tú tienes la culpa.
Vaya…estas hablando de culpa y eso me desco-
ncierta… -Si te hablo de culpa ¡divina culpa! Papa
consigues que me sienta feliz en cualquier instate,
y en cualquier circunstancia –vamos cielo, no ex
ageres… Guauu! Papa, que plato quien se va a
 comer todo esto. Sin duda alguna, to –creo que
no me va a ser posible esto es comida para dos
¿verdad que me ayudaras? Pues creo lo mismo
que tú no sé si podre acabar con todo lo mío
-Papa déjame probar esa carne, tiene un buen as-
pecto. Guauuu!!! Esto pica ¿Cómo te puedes co-
mer una cosa así huu!! –toma bebe un poco de
vino quita más el picor, que la coca cola. Papa,
pero esto es una bomba, como puedes…
anda que si se entera Mama -si se entera me de-
cepcionarías por
soplona, no soy una soplona en esto estoy contigo,
igual que lo estoy con ella en otras cosas…papa
entérate soy un muro, y te aconsejo también que
no te pases comiendo a si tan fuerte te vas
a echar a perder el estómago… porque yo te quiero
así, hermoso y entero ¿vale? Mi preciosa! si me lo
pides así, te prometo que voy a hacer un gran esf-
uerzo, lo voy a conseguir.
Hum Papa este vinillo es muy suave ¿me puedes
servir un poco más. De acuerdo pero bébelo des-
pacio mantenlo en la boca, saboréalo antes de
tragarlo, y con la comida te digo lo mismo –Papa
ahí sí que no te prometo nada… Mama lleva diez
y ocho años diciéndome lo mismo, y…nada.
Vaya la que decía que en el plato había comida
para dos…todavía estoy esperando que me pidas
que te eche una mano y me coma lo que te sobra
–jejejeje….ni se te ocurra meter la mano Pap-
a sabes una cosa, ese vinillo me ha hecho entrar
en órbita, vaya, que me comería jejejeje…nada.
No puede ser, no se entra en órbita con tan solo
algo mas de una copa. Huyy!! Papa…te voy a
ser sincera cuando te has mercado al lavabo.

lunes, 2 de julio de 2012

Libro que estoy escribiendo (El pasado de John) PGN. 206


PGN. 206


En ese sentido tengo mi conciencia tranquila
Jamás te he sido infiel… créeme cielo. John
tus sobrinas te adoran Nuestra hija te idolatra
y yo te amo más que a nada –gracias mi amor
por esa confianza, yo os adoro a las tres, pero
tu…eres mi niña mimada, Rosita te amo mas
que a nada –no creo que me ames más que yo
a ti y en este momento..., te deseo  -También yo 
Rosita...vamos, deja que te lleve en mis
brazos. No, te puede fallar la pierna y podemos 
caer rodando por las escaleras. Está bien, 
entonces llévame tu a mí en tus brazos.
Anda ya!! Tonto, estás loco ¡con lo que pesas!,
y además…  -Crucemos los dedos para que
ninguna de las tres nos interrumpan con cual-
quier tontería…-he, he, las manos…mientras
subo las escaleras no me toques ¡que bárbaro!
parece que en vez de tener diez tuvieras ve-
inte! dedos, solo en una mano..jajajaja!!!.
Observe a rosita, su cuerpo bajo las sabanas.
Dormia profundamente, siempre que hacíamos
el amor le ocurria. Sumergí mi rostro bajo las
sabanas buscando el suyo, besé suavemente
su frente, me reincorpore, fui hacia la ventana,
el cielo estaba parcial mente cubierto. Abajo
en el jardín divise a Kristin que contemplaba
el horizonte. Abrí la ventana, di un silbido. Miro
hacia arriba y movió el brazo en ademan de
saludo, luego me hizo señas que indicaban la
dirección del lago, entendí que me invitaba a
dar un paseo.
Hola Tío John echamos una carrera? No, no
puedo contigo y además prefiero no arriesgar,
no quiero correr el mas minimo riesgo con la
pierna. Eso lo dices porque sabes que te pue-
do ganar -¿si eso es lo que tu crees?, pero el
dia que me sea posible competir contigo te
vas a llevar una gran sorpresa… -Ja! No te lo
crees ni tu. ¿no? Ese dia te pienso humillar.
No me hagas reir!!.. Oímos una voz a nuestra
espalda, era Ana -Papa!!! Esperadme, quier-
o ir con vosotros –Kristin levanto el brazo
–gritando vamos!!! Y a continuación se desvió
del camino corriendo.