sábado, 11 de enero de 2014

Una pagina del libro de Juan (El infierno de Mónica)


Veras, es que su padre es estéril. Tanta fue la presión sobre ellos por parte de la gente. Que su madre: sin ser cierto tubo que admitir que le había sido infiel a su marido dos veces. -¿entonces de quien son hijos?. Amigo eso es un verdadero misterio. Se ve que una organización secreta de científicos quiso investigar el caso, quisieron trasladar a Mónica y a su hermano a un centro. Pero sus padres se negaron en rotundo. Yo les propuse hacerles unas pruebas a su hermano y a ella. A regaña dientes, accedieron, pero con la condición que esas pruebas no salieran de mis dominios y cuando descifrara su contenido inmediatamente fueran destruidas en su presencia. Al final  no las destruyeron… ¿y qué sacaste en claro? Esto es como un secreto de confesión se lo prometí a ella y a sus padres y lo cumpliré.

Y ahora Robert háblame de ti, te he contado casi toda mi vida y la de esa familia. Como ya te dije soy australiano hijo de un andaluz y de una australiana. Estoy casado hace treinta y cinco años. Mi esposa se llama Brenda, no tenemos hijos. Tengo un negocio: una granja, no nos va nada mal. Vivimos en Finque River, en los territorios del norte, un logar muy apartado de la civilización, siempre hemos vivido allí. Mi padre murió hace casi dos años, los de ella aún viven….  mi padre y yo viajamos en varias ocasiones a su pueblo eso es todo.  –a tu esposa no le gusta España. Si pero le aterroriza el avión… y si no fuera por algo de vida o muerte jamás se decidiría a subir en avión. Pues se de algo que con mi padre resultó eficaz. -Ah! Pues tienes que revelármelo… o tal vez eso también es como un secreto de confesión?. –no, afortunadamente no.

Amigo Robert ha sido un placer conocerte espero que tengas un buen viaje, y, ya sabes, aquí tienes un amigo para lo que necesites.

Lo mismo digo, Daniel, eres un chico ejemplar, espero que se cumplan todos tus sueños y que seas feliz siempre.