lunes, 10 de diciembre de 2012

Libro de Juan (El Pasado de John) PGN.. 369




 
-Yo también -dije… yo también hermano.
Sentí un roce en la nuca era el brazo de
rebeca –Dios mío –dijo, nunca pensé que
sería tan delicioso tener dos hermanos
como vosotros…cielo santo sois dos Án-
geles, sentí que algo tiraba de mi camisa
a la altura de los hombros. Rosita!, mi
cielo. Por fin se está diluyendo esta tensión
acumulada durante estos días… bueno
durante tanto tiempo. siento que he vuelto
a nacer… era un hombre feliz por haberte
recuperado, por teneros junto a mi…la
felicidad de tenerlas a ellas también. Pero
lo que siento ahora es algo inenarrable.
Tengo cosas importantísimas que contar,
respuestas que ofrecer. Errores que repa-
rar, se que hay algunos… demasiados,
que no podre rectificar. Sobre todo estos
once años… todo el sufrimiento que he
provocado en vosotras. John hace un
tiempo que dijimos que, el pasado… bue-
no que empezaríamos a enterrarlo. Eres
todo para mí y para ella, eso es lo único
que me importa. Si, no creo que vaya a
cambiar al-go, alguna acción más en el
pasado, el John del presente, el hombre
nuevo este es el que amo por encima de
 todo. Te quiero John tu felicidad por haber
recuperado la memoria es también la mía…
y, bueno la de alguien más tus tres teso-
ros… bueno nuestros tesoros porque las
amo a las tres desde el primer día… -sa-
bes, nuestra Kristin está sufriendo un poco,
estos días no has estado mucho por ella,
ya le dije que todo esto te tenia preocupa-
do y que no te agobiara demasiado… creo
que deberías… -si pronto. Hay algo que
tenemos que hablar, prefiero que sea en
este momento, es algo sobre mi hermana.
Es algo que acordamos Peter y yo ayer
antes de subir ahí arriba.
Oh! Peter, pero, yo –aquí está mi vida,
nací aquí, y bueno no es fácil. Si, entiendo,
pero aquí, ahora no te queda nadie lo úni-
co que te queda, papa mama y Manuel, y
loa tres están bajo tierra aquí en este
cementerio.