domingo, 2 de mayo de 2010

Librode Juan: El vajero de los Mundos PGN. 235


PGN. 235


Ojala todos los problemas de salud de esa pobre, fueran los
Que padece mi padre. No me gustaría que tuvieras hacer de
nuevo, de cuerpo madre, es peligroso. ¡Cariño!.....yo...no,
no quiero que estés preocupada, todo saldrá bien, ya verás.
Onni tienes que tener cuidado, quiero decir que no deberías
ir por ahí puniendo tu vida en peligro, tú no puedes ayudar a
todo el mundo, Miriam es una persona desconocida para no-
sotros, sé que es un ser humano, es doloroso lo que le ocurre
pero… yo te quiero, estoy preocupada… Por favor. Solo será
esta vez salvo que tuviera que hacerlo por Elena, Elenita o
por ti mi cielo, por el ser que más amo en este mundo.
Miriam permanecía en la cama, allí, inmóvil. Gabriel se inclino
dando unos golpecitos leves en el rostro de ella con el dorso
de la mano. Miriam, Miriam Despierta, es el. Desvió la mirada
hacia Sekna, ella quiere reconocerte. Con un gran esfuerzo, Mi-
riam entre abrió los ojos. –Hola, ¿aun no te has ido? ¿Qué
hora es Gabriel? -¿Cuánto tiempo llevo durmiendo? –cerca de
tres horas –respondió el. Dios mío no puede ser, increíble Es
la primera vez desde que entre en el hospital que duermo tan-
to tiempo seguido.
Bueno ya nos han dejado solas ahora con tu permiso, me gus-
taría hacerte un reconocimiento. Si doctora tiene mi permiso.
Bien entonces me permites que te ayude a quitarte el camisón
así será mucho más fácil. Una pregunta doctora ¿Dónde esta
el instrumental, con el que me va ha reconocer? No veo
nada por ahí, y los médicos cuando quieren reconocerme no
me hacen quitar el camisón. Cierto, tienes razón. Tengo que
decirte que si dispongo de instrumental y si te hago quitar la
ropa es porque es necesario, lo siento.

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