PGN. 42
Huf Onni que miradas, dirige esa auxiliar de vuelo, si no fuer-
a porque piensa que soy tu esposa la tendrías sobre ti atosi-
gándote; eso si discreta y dulcemente. Dime ¿Qué te parece?
¿te gusta? Es guapa ¿verdad? –Si, lo es, pero no es mi tipo.
–Onni tienes que conocer a alguna chica, en tablar una rela-
ción, formar una familia ¿Qué te parece? creo que tienes ra-
zón pero no se que me pasa cuando estoy con alguna…no
me salen las palabras, y no se que decir, ni que hacer. –ya.
Tu no te preocupes solo dejate Querer lo demás ira vinien-
Do por si solo, con toda naturalidad.
La uxiliar de vuelo me esta puniendo de los nervios, no hay
manera que fije la vista en otro lugar ¿Quieires que me tome
ciertas libertades?, quiero demostrarle que soy la mejor espo-
sa del mundo para ti –jejejeje Elena!...esta bien. –Onni ponte
aquí al lado de la ventanilla coje la niña, pero con cuidado no
se despierte…jijijijij, ahora em pieza el juego…Besame en la
mejilla y pasame el brazo, asi, por encima del hombro; es a
ver si deja de mirar y al mismo tiempo para darle un poco de
envidia -Esta bien are eso y algo mas te ordenare el cabello
de la frente. –Onni…serias el hombre ideal. Elena! Soy feliz
por tener una hermana tan bonita, cariñosa, te quiero. ¡Onni!
¿Porque el burro de Ernesto no se parecía on poco a ti?.
Fijate ya esta, parece que dio resultado. Esta pendiente de
esto, de aquello menos de de ti….
¡¡¡Ohh..!!! Baya mi preciosa se ha quedado dormida en los
Brazos de su tío ¡Dios mio! Que mala suerte aquí. Separada
A los veintisiete… Bueno cosas del destino, voy a arroparles
Con la manta se esta levantando una ligera brisa y no Quisi-
era que ninguno de los dos seres que mas amo ballan ha co-
ger un constipado.
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