miércoles, 4 de noviembre de 2009

Libro De Juan El Viagero De Los Mundos PGN. 136


PGN. 136


Tapándole los ojos, entonces le beso en la frente. -¿te en-
cuentras mejor ahora? Ella asintió. Entonces le cogió la mano,
eres…eres muy. No acabo la frase.
Se dirigió a un estante y regreso con un grabado donde se
podía apreciar la fi figura de una mujer con un niño en bra-
zos, se la mostro a ella me acerque. Baya es un grabado
esta muy bien hecho. Lo hice yo hace tiempo, es mi madre
y esta soy yo. -¿Por qué no se le puede apreciar el rostro?.
Sekna se apresuro a decir. Akka no es hija nuestra. Es ado-
ptada, no conoció a su madre, ni a su padre.
Los dos murieron en un accidente. Cuando ella solo tenía
dos años. –Baya cuanto lo siento. En aquel momento entro
Ocun con su hijo. Me vio sosteniendo el grabado, miro a
Sekna, después a su hija. Sekna le comento algo. El asin-
tió con el gesto tranquilo.
La visita se había alargado más de la cuenta anime a los
de mas a que se dieran prisa Ocun se acercó diciendo. No
temas por el rebaño mi hijo y más tarde yo hemos estado al
cuidado de todo, acabamos de regresar de allí….
Ya he preparado lis sacos de dormir. Pirkko tu dormirás en
Este Enia a tu lado y la niña en medio de las dos y yo lo te-
aquí en este lado pero aún no me meto en el. No tengo
nada de sueño, mientras estaré observando. Onni, pero no
es necesario, el ha dicho que no temiéramos nada que el ojo
de no se qué miraría hacia nosotros durante toda la noche.
He escuchado bien lo que a dicho pero el ojo de Escelsius
no me va a proporcional un plácido sueño.la única forma
de conseguirlo. Es sentándome aquí cerca, meditar un
poco y en un momento u otro el sueño ara su aparición.
¡Cuento tiempo hacia que no contemplaba.

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