Unos
golpes en la puerta interrumpieron una conversación, ya casi intrascendente.
Era Herminia -Vaya –dijo mirando a su marido ¿Reunión de alto secreto? –No
-dijo el pasándole el brazo por encima del hombro y atrayéndola hacia sí. Es
solo que nos llegaba el ruido del aspirador y también el murmullo de vuestras
voces y risas… asi no hay quien se entienda ni aun kilometro… -anda ya,
exagerado -murmuro ella con voz de fingido reproche… -Oye sube arriba avisa a
las chicas, que vamos a cenar… Dió la vuelta empezó a alejarse; de pronto se
detuvo giro la cabeza fija la mirada en mí, reteniéndola un rato, al fin dijo.
Tu esposa es un Angel de… Me reconforta estar a su lado, gracias una vez más
por haber aceptado la invitación y doy gracias también al cielo por haberos
cruzado en nuestro camino… -No supe que responder… al fin dije. Sí, mi esposa
es un Angel… y creo que Herminia, esposa de Pedro y Madre de Beatriz es otro
angel de dios. Afortunados pedro, afortunado yo afortunados nuestros hijo que
os tenemos a vosotras -Ella negó con la cabeza al fin -dijo. Creo que pilar
tiene razón cuando dice que eres un romántico incorregible… -diciendo esto se
alejó con paso decidido.
Pedro,
me puso la mano en el hombro sin apartar la vista de ella mientras se alejaba
por el pasillo –diciendo estoy de acuerdo con ella… eres un tipo romántico. Yo
soy cualquier cosa menos eso.
Habíamos
acabado de cenar me fije en un detalle que colgaba de la pared. –ese cuadro
expresa algo no acabo de definir… me está pasando en este momento. Como cuando
estas ante una persona y crees que la conoces, pero no sabes de que. –ese
lugar, no se… -pues estoy seguro que no has estado allí.
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