Rosita… era extraño, se hallaba tranquila,
prepa-
rando todo, refrescándome la memoria sobre
cualquier cosa que tuviera que llevar.
Kristin tampoco se hallaba alterada, al
contrario,
estaba rebosante de alegría, porque iba a
viajar,
a hacer un largo viaje hacia otro continente,
ella
no era consciente, a pesar que sentía también
la reacción en su organismo y en su mente. Su
fe, he ingenuidad en este caso la aislaban
relativamente de cualquier influencia mas o
menos profunda. Ana era la más afectada, no
en si, por, la reacción que pudiera provocarle
todo aquello. si no porque tenía que viajar
sin
German. Era comprensible solo hacía unos días
que se habían casado y tener que separarse
de el por un tiempo… pues
era algo que le mortificaba.
Westlie!. -Hola Olivia… parece que siempre
tengo que ser yo, la que te busque, la que
tenga que encontrarte allá donde estés…y
tu ayer ni siquiera me dijiste que te venias
con
tu madre. Rosita me ha contado que viajáis a
Australia. Oh Westlie en primer lugar…discúl-
pame, todo esto me ha desconcentrado…y
bueno…te quiero y te prometo que de aquí en
adelante, seré yo la que te buscare en cual-
quier parte jajajaja. -¿Dónde está tu madre?.
Ella y mis abuelos están en la parte de atrás,
mi abuelo hizo un huerto y están allí…no sé!!,
haciendo algo. Baya así que de viaje? Si,
bueno, no es que me entusiasme demasiado,
pero nadie puede negarse a los designios
y caprichos del destino… y en este caso por
una insignificante variación en nuestra bio!
No me entusiasma demasiado.. pues aun no
sabemos ni siquiera el lugar a donde tenemos
que ir. ¿pero, porque tenéis que ir precisam-
ente a ese logar?. Parece ser que es el lugar
de origen de mis abuelos, es allí esta elel pr-
incipio de todo ¿y que es lo que tenéis que
hacer allí? Mi padre habla de una regenera-
ción…de equilibrar, no se que, la verdad
estoy confundida…esto parece surrealista.
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