
Hacia el capitán, se hecho prácticamente en sus brazos el jes-
to de sorpresa que observe en el capitán era mayúsculo, pasa-
dos unos segundos reacciono. -Valla pequeña pero que es lo 
qué te pasa -murmuro el. Ella seguía abrazada a su cuello con 
la cabecita hundida en el pecho de él. Escuche la voz lejana 
de Elena llamándola –Elenita ven aquí –dijo al mismo tiempo
que avanzaba hacia nosotros a  grandes zancadas -No moles-
tes al capitán –dijo   sofocada. El capitán dirigió una mirada a 
Elena, después miro a la niña puso su mano en el hombro y la 
atrajo hacia si Murmurando algo que ella no entendió porque 
me miro diciendo Tito Onni, se que el también me quiere, no 
entiendo lo que dice quiero que tú me lo digas. Me sorprendió
la reacción de Elenita, sabía que sentía simpatía por el capitán 
pero hasta el extremo de lanzarse literalmente en sus brazos? 
–si cielo le dije. El dice que eres una niña muy buena y cariño-
sa, el dice también que es tu amigo y que te protegerá. Ella le-
vanto la vista sonriendo y hundió nuevamente su rostro en el 
pecho del capitán. El le acaricio el cabello la suspendió en el 
aire y la dejo despacio en el suelo. Elena se apresuro a coje-
rla i empezó a regañarle, -el miro nuevamente a Elena he hizo 
un gesto de negación con la cabeza al mismo tiempo -que me 
decía Dígale que no regañe a la pequeña ella no ha hecho na-
da malo. –no temas capitán –le dije es su hija y la adora, rega-
ñar no hace daño. El capitán se disculpo y se alejo unos pasos,
le vi con la mirada perdida en el horizonte, no era la primera vez
que le veía adoptando aquella actitud.
Bueno ablanos que ha ocurrido ahí dentro –me pregunto Pirk-
ko con un gesto de cierta tensión reflejado en su rostro. Akka 
no ha querido abrir la boca. –sentí el contacto de Elena –si di-
jo ¿que ha sucedido vendrá el?.