Ahora,
cuéntame cosas de ti ¿Cómo te llevas con tus hermanas?. Bien siempre hay algún
roce, pero todo se supera. Tu madre parece buena persona. Rosita no es mi
madre, ella es mi tia. Guau! ¿Y cómo es eso? Una larga historia. Yo también he
sufrido mucho y como a ti, me ocurrió que disfrutaba haciendo sufrir al que
creía que era mi tio y resulto que era mi padre. Que! Vaya eso es… cuenta. Te contare, pero no
aquí, cuando nos ayeemos en un lugar más confortable… y además, mira la hora
que es. -Si regresemos mi madre ya se debe estar preocupando, estoy segura que
esta pensando que te he llevado a algún lugar poco recomendable, de los que yo frecuentaba.
¿Y con catorce años ya te dejaban salir de noche?. No les quedaba otro remedio.
Montaba en cólera, era peor. No me dejaban entrar, solo en un sitio el hermano
de una amiga era portero de discoteca, y allí el dia que a él le tocaba turno
si nos dejaban porque el nos controlaba. Tengo catorce años, pero ya soy mayor,
las circunstancias, los palos que me ha dado la vida… todo esto, me han hecho
envejecer. Pues tienes que volver a la juventud. No puedo hacerlo mientras esto
este dentro de mi cabeza. ¿A que te refieres?. A esto que llevo, esta sensación
de ansiedad y este dolor…todo. –volveras a ser joven ilusionada, apasionada…
enamorada de la vida. .¿tu has conocido todo eso? Si gracias a mi padre a mi
madre y al resto de mi familia.
Chicas!
¿Cómo ha ido el paseo?. Estábamos empezando a preocuparnos. Lo se, mama… no te
preocupes, no hemos estado donde tu piensas, ya te dije el otro dia que no
asomare por allí hasta que me sienta mas segura… te lo prometí y lo cumpliré.
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