Ella levanto la cabeza, me miro y en un impulso se abrazo a mí
llorando… -Oh! John ¡Cuánto lo siento Perdóname tu a mi…soy
una tonta. Luego fue hacia su hermana, las dos se fundieron en
un abrazo. -A continuación sin soltar la mano de ella, cogió lamia
–diciendo ¿me Muero por ver tu casa por dentro. -Está bien –di-
je. Es el momento más feliz desde que empecé a recordar. El
momento de enseñar un palacio a una princesa…
-Guauu!! John es preciosa! me quiero quedar aquí a vivir para
siempre…los tres ¿verdad? –A mi también me gustaría –dijo su
hermana –pero nuestro mundo…nuestro infierno esta allí, no lo
olvides, nos espera.
-John…-dijo Olivia sonriendo. No nos dejes regresar allí… ¡cui-
dado, no hagas ruido…! Que no despertemos mi hermana y yo
…no rompas nuestro sueño.
¡que bonito te salió! –dije verdaderamente emocionado. Aun
No Se verdaderamente quien soy…tengo un poco de miedo…a-
Hora cuando ramón, el sheriff y todos los que me conocen por
aquí me empiecen a recordar quien soy…es posible que tengáis
motivos para abandonarme, salir de aquí…salir de mi vida. Dios
mío esto es terrible. No saber quién soy. No soportaría tener q-
ue separarme…soy ¡sois dos Ángeles que el cielo me ha envía-
do!…
¿Le has contado todo a John? –No, he preferido ir poco a poco.
Estos días. ¿pero porque ahora no? -Dejemos que se recupere
Y esperemos que esas chicas vuelvan con su familia. –Ramon
Esto no me gusta nada presiento problemas de nuevo –¡vamos
María!. Donde esta el, allí siempre se concentran multitud de pr-
oblemas y sino acuérdate de lo que digo. Es mi amigo, le piens-
o ayudar en todo. A nosotros nunca nos ha causado problemas.
Esta casa..-te has olvidado que el nos presto la mitad del dinero
y luego nos perdono la deuda? ¿y del ingreso de nuestra hija
en el hospital, he!!
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